1. Predisposición genética
Determina la facilidad para producir anticuerpos IgE. En general las enfermedades alérgicas tienen un carácter hereditario y son más frecuentes entre padres e hijos de individuos alérgicos.
2. Naturaleza del alérgeno
Determina la capacidad de estas sustancias para inducir la producción de anticuerpos IgE. Los alérgenos pueden, por distintos mecanismos, modular el tipo de respuesta inmunológica que da el organismo frente a ellos, potenciando la respuesta proalérgica en los pacientes.
3. Factores ambientales
Determinan el grado de exposición a los alérgenos e influyen sobre el potencial alergénico de los propios alérgenos. Estos factores son los que justifican el incremento de las enfermedades alérgicas en las últimas décadas.
Factores como la contaminación del aire en las ciudades, la alimentación o las medidas higiénicas (menor carga bacteriana), influyen sobre la respuesta inmune, favoreciendo las respuestas proalérgicas en cada vez mayor número de personas.